Ser mujer y estar en los 50. ¡Alégrate!

Indiscutible es que envejecer en poco o mucho nos atemoriza, sentir que ciertas de nuestras capacidades se van disminuyendo y que nos veamos del nabo, aterroriza. No digamos saber que el tiempo acá en la tierra se nos acorta.

Pero es cierto también que cada vez procuramos cuidarnos más; estamos más atentas a nuestra salud, nuestra apariencia, cultivamos nuestro intelecto y, claro, seguimos siendo productivas. Vivimos más y mejor.

En lo personal les diré que he encontrado más ventajas que desventajas.  Y como diría cierto conductor de hace mucho tiempo: Aquí les van mis

5 razones por las que amo tener 50 o más.

1.- Aprecio más el tiempo.  Precisamente porque ya sé que es menos que antes no lo ando desperdiciando en cosas que no me llenan, no me hacen feliz, o que simplemente no se me da la gana hacer. Disfruto del tiempo que puedo pasar con mi familia, en una reunión con amigos, en una ida al cine, o simplemente en una buena conversación.  Así también disfruto el tiempo que trabajo, el que escribo y hasta el que no hago nadaaaaa.

2.- Mi autoestima está mejor que nunca.  Mi autoestima y autoimagen ya no dependen de nada ni de nadie. Estoy contenta con lo que soy.  Me quiero, me admiro y me acepto con todos las virtudes que tengo pero también con los muchísimos defectos que me aquejan. Me reconozco humana, punto. Y si hay algo que quiera cambiar, tomo cartas en el asunto y listo; así, sin dramas.

3.-Soy más sabia.   En cada camino andado, cada acierto, cada error, cada caída, cada situación he tratado de aprender la lección que la vida me ofrece.  Intento no cometer los mismos errores, y tomo nuevos proyectos o retos con más seguridad.  Estoy más confiada en que puedo resolver los desafíos que se me presenten.

4.- No me interesa competir con los/as de 20 o 30. Hace unos días una lectora me comentaba que estaba feliz con sus 50 años pero lo único que lamentaba era que no podía correr un maratón con sus hijos veinteañeros ni seguirles el paso en la bicicleta. Y yo muy respetuosa porque cada cabeza es un mundo le dije: Pues ahí es donde radica la felicidad jajajaja. No tienes que competir con ellos. Ellos a su ritmo, tu al tuyo.  No puede uno pretender tener la energía de los de veinte porque se va a frustrar. Eso no quiere decir que no compartan actividades juntos.  Yo amo las idas al cine o a cenar con mis hijos, o una visita al museo, pero si ellos quieren ir a trepar una montaña, que vayan, Dios los bendiga.  (Conozco cincuentonas/es que sí suben montañas, y eso esta perfecto, lo que no es válido es competir en lo que sabes no vas a ganar)

De igual modo con otras mujeres más jóvenes (hija, compañeras de trabajo, amigas)  No pienso como ellas, no me visto como ellas, no actuó como ellas.  Acá volvemos al punto de la autoestima. Aceptas tu edad, aceptas tu cuerpo , te amas inmensamente y actúas en consecuencia ¿Se entiende?

5.- Me siento más libre.  Ya no tengo las presiones de la juventud (que disfruté cuando fui joven) estudiar, trabajar, formar una familia, «desformarla» jijiji, criar y educar a los hijos. Ya acabé con eso, ya les di las armas para salir adelante y me siento orgullosa de verlos volar.  Saben que siempre estaré aquí para ellos pero ahora yo puedo emprender de nuevo mi vuelo.

Ya no tengo que quedar bien con nadie, ni les tengo que demostrar nada.

5.-Soy más feliz. Porque sé lo que quiero de aquí en adelante.   Todo lo que hago, aprendo, emprendo, leo, como, veo, subo, bajo lo hago por total gusto y convicción.  Quiero viajar, quiero escribir más, quiero aprender cosas nuevas. Sin pausa, sin prisa.

Me siento plena y satisfecha con todo lo que he hecho en la vida. Bien y mal. Ahora estoy más que lista para seguir viviendo a tope.

¿Están listas?