Llegó el Halloween
Mejor conocido como Noche de Brujas, la noche en que vemos películas de terror, esa también donde vemos a los niños disfrazados haciendo el famoso Dulce o Truco.
El acercarnos a esta fecha me dio la oportunidad de reflexionar en un tema del que poco hablamos, nuestros miedos internos.
Sobre todo cuando hemos llegado a cierta edad. Temores que tenemos bien interiorizados y que pocas veces nos atrevemos revelar a los demás y sobre todo que no tenemos el valor de afrontar.
Tener miedo es natural, es un mecanismo de alerta, y todas lo hemos sentido alguna vez. Cuando niñas, teníamos miedo a la oscuridad, a estar solas, o algún bicho, y todo se solucionaba tapándonos la cara con las manos o nuestra cobija, dando un grito de ayuda a un adulto. Pero ahora la cosa no es tan fácil ¿verdad?
Los miedos de una mujer de 50
¿Cuáles son los miedos a los que nos enfrentamos las cincuentonas?
Hablando con un grupo de amigas y con las cosas que ustedes me comentan por acá, me parece que el mayor miedo es saber que nuestro tiempo en esta tierra es más corto, sí, la muerte está más cerca. Al respecto, hace ya unos ayeres que decidí que ese tiempo iba a vivirlo al máximo. Les recomiendo que lean este post, puede servir para afrontar este miedo.
Pero ese es solo uno de nuestros miedos, hay más. El miedo a estar solas, el miedo a no haber criado bien a los hijos, el miedo a estar enferma, el miedo a vernos viejas, el miedo a ser nosotras mismas. Como dicen por ahí , tenemos de chile, dulce y manteca.
Vamos por partes. Saquémoslos a pasear, enfrentémoslos y entonces hagamos una fiesta.
Miedo No. 1: Convertirnos en viejas y enfermas.
Cómo enfrentarlo: Aceptando y agradeciendo. Aceptando que la piel se arruga y que el cuerpo ya no responde como antes. Sin embargo cada año cumplido nos da la oportunidad de seguir disfrutando la vida, a nuestro paso, a nuestro gusto. Eso hay que agradecerlo. Siempre podemos darnos una ayudadita con unas buenas cremas, sana alimentación, ejercicio y, sobre todo asistir a médico regularmente para nuestros chequeos.
Miedo No. 2: No haber criado bien a los hijos.
Cómo enfrentarlo: A estás alturas , lo hecho, hecho está y debemos estar seguras que hicimos lo que creíamos correcto para ellos, que usamos las herramientas emocionales que teníamos a nuestro alcance. Si en algo nos equivocamos, podemos reconocerlo y pedir perdón. Y hacerles saber que cuentan con nuestro apoyo y amor siempre y que ahora les toca a ellos forjar su destino y cambiar lo que no les guste. Hacerse responsables de su propia vida.
Miedo No. 3: Miedo a estar sola
Cómo enfrentarlo: Queriéndonos mucho, disfrutando nuestra compañía, reconociendo de lo que somos capaces. Sí, es muy lindo tener compañía, una pareja sentimental, pero una que nos valore y ame sinceramente. No por tener a «alguien» vamos a perder nuestra esencia, nuestros sueños o libertades. Tampoco a permitir que nos humillen o violenten. El amor no es sufrimiento. Y siempre es mejor sola que mal acompañada.
Miedo No. 4: Miedo a ser nosotras mismas
Cómo enfrentarlo: Pues así, renunciando a todo aquello que nos imponen como lo que «debemos ser» . A esta edad creo yo podemos darnos el lujo de solamente escoger a las personas que nos hagan crecer, hacer las actividades que nos den plenitud, retomando nuestros sueños, no aceptando compromisos u obligaciones que no deseamos, redondeando, poniéndonos en primer lugar. Ser un poquito egoísta se vale.
Que no es fácil afrontar todos estos temores, no lo es. Hay que trabajarlos. ¿por qué no empezamos y organizamos nuestro Halloween?
Que salgan con su mejor disfraz, nosotros estamos listas.
