LA ETERNA LUCHA DE LOS SEXOS


pareja pelandoDurante mucho tiempo las mujeres nos hemos enfocado en la pelea por la igualdad con los hombres, esto significó luchar por colocarnos a su «altura» en el ámbito laboral, social y económico; tener sus mismos derechos de poder, libertad, toma de decisiones y logro de objetivos personales. Y entonces decidimos actuar como ellos.

Las que tenemos 50 o más sabemos mucho de eso.

Si somos sinceras las más de las veces relegamos nuestras características femeninas para tomar las masculinas, como si ser mujer fuera el gran problema. Y no. Efectivamente de manera cultural se nos asignaron roles, pero a través de los años y gracias a mujeres valiosísimas, estamos rompiendo con ellos. Pero de que no somos iguales, no somos iguales.

Biológicamente para empezar; nuestros cerebros «carburan» de diferente manera. La percepción de las cosas y situaciones, así como el aprendizaje lo hacemos distinto; lo que no tiene nada que ver con inteligencia o capacidades como lo menciona este artículo de UNAM Global, que las invitó a que lean.

Físicamente tampoco somos iguales, es evidente. En promedio son más grandes y más pesados. Son más fuertes. Su estructura ósea es diferente. Las hormonas actúan diferente en ellos, entre otras cosas.

Pero me parece que en nuestra lucha por la igualdad hemos intentado someter ese lado femenino para no mostrar debilidad, para no vulnerar nuestra libertad, para no perder nuestros logros. Y ser mujer es una belleza.

¿Por qué no aceptar nuestras diferencias de esencia? ¿por qué no buscar ser complemento, si eso es lo que somos?

Amigas, somos capaces,, inteligentes y poderosas, pero miremos hacia adentro, busquemos equidad en lo externo e integridad y complemento en lo interno. Reconozcamos el valor que tenemos como mujeres con cualidades que definen nuestra personalidad.

9 Replies to “LA ETERNA LUCHA DE LOS SEXOS”

  1. Hay un punto que quiero ahondar. En esta lucha por tener los mismos derechos que los hombres se tomaron también aspectos negativos, por ejemplo, el emborracharse. En ese afán de no sentirse menos toman a la par y a veces más que los hombres, y bueno, el cuerpo de la mujer resiste menos al alcohol, y no por una cultura machista, se trata de química simple, a menor masa menor cantidad de alcohol. Y lo peor es que se creen muy liberadas por emborracharse, cuando en realidad están siendo patéticas, igual que lo es un borracho hombre.

    1. Exactamente, por eso mi punto es, no somos iguales, no debemos perder nuestra escencia, emborracharse para mi no es signo de querer ser igual que los hombres, es de simple educación y sentido común. Ambos se ven pésimos ebrios. Pero como dices por tamaño y peso las mujeres aguantan menos. La equidad en ese aspecto en específico es que tenemos la misma libertad y derecho de salir a divertinos a tomar una copita con amigas.

  2. Yo digo… pobres hombres, ahora no solo compiten entre ellos también con nosotras.
    Podremos ser «iguales» lo peor es que eso solo lo pensamos cuando nos conviene.
    De otra forma le exigimos al hombre lo mismo que antes pero eso si… mil veces mejor o lo desechamos pues nosotras solas podemos.
    Es cierto, somos diferentes y mejor aún complementarios por tanto… a disfrutar con nuestro par

  3. ¡Venga! Muy buenas conclusiones a una eterna discusión, que seguirá así por siglos. Los franceses son muy sabios cuando dicen: ¡viva la différence!

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