Pecados de amor de una cincuentona
No todos los pecados se refieren a pecados carnales no sean mal pensadas. Hay pecados de pensamiento o palabra, que «dicen» van en contra de Dios, y agrego yo, en contra de lo que la gente dice que debe ser.
En lo que se refiere a cómo una mujer de 50 años o más debería hacer, decir, o comportarse en el plano amoroso, hay tela de donde cortar. Hasta hace algunos años la norma sería, ¿Está casada? Compórtese y siga atendiendo al marido, importando un cacahuate si lo quiere o no. ¿Está soltera? Pues ya se quedó, resígnese. ¿Viuda o divorciada? Guárdese como gente decente. En general, ya, olvídese que tiene vida, sentimientos o necesidades.
Pero gracias a aquellas que nos abrieron camino, a aquellas que nos educaron de una manera distinta, ( y a aquellos, porque también hubo hombres distintos) hoy las mujeres que hemos alcanzado esta maravillosa edad somos otra cosa totalmente diferente.
Tenemos una nueva visión y actitud acerca de cómo queremos vivir el amor, cómo lo sentimos o qué necesitamos. Y entonces tal vez para algunos seamos unas pecadoras.
Pecados
Nos conocemos lo suficiente para saber qué queremos y con quién lo queremos. Las buenas o malas, muchas o pocas experiencias en el amor, nos han enseñado lo que deseamos, lo que merecemos, lo que estamos dispuestas a conceder. Amamos con madurez y pasión sabiendo que nadie es perfecto, sin apegos enfermizos. Pero no permitimos recibir menos, y cuando eso sucede, el amor termina o simplemente los caminos se separan, con aceptación y sin dramas podemos decir adiós.
Somos suficientemente seguras. Eso incluye una buena autoestima y amor propio. No hacemos escenas tontas de celos, no preguntamos 80 veces si nos vemos bien, no somos lapas de nuestra pareja. Nos sabemos dignas y merecedoras de amor, por eso no le mendigamos.
Estamos cómodas con nuestra piel. No tenemos el cuerpo perfecto, ni el vientre plano; tenemos canas y arrugas, pero, nuestro cuerpo es nuestro territorio y el mapa que lo describe habla de toda la experiencia adquirida, de las batallas libradas, de una persona ¡viva!
Con todos estos pecados cometidos, no podemos aspirar a otra cosa que no sea amar y ser amadas a plenitud
¿Ustedes cómo aman?
P.D. Si quieren leer más del amor a los 50, den click aqui.