Hace un tiempo ya, años diría yo, me encontraba en una situación personal muy difícil, me sentía emocionalmente devastada.
No encontraba mi lugar, creía que había fracasado como mujer, como esposa, como madre, mi autoestima estaba en el piso.
Pero ¿saben algo? Cuando tocas fondo y no hay más para abajo, es en ese momento en el que debes decidir si te quedas así o haces algo para que a partir de ahí todo sea para arriba.
Reconstruyendo el autoestima… y la vida
Nada como voltear a tu alrededor y ver que hay muchas personas que te quieren, que tus hijos deben ser tu motor, que eres valiosa.
Lo más importante, que nadie más que tú eres la responsable de darte la felicidad que mereces.
Así que un día literalmente me senté en la banqueta, y dije: hasta aquí. Pensé mucho qué era lo que debía hacer, me levanté, me sacudí el pantalón y llena de miedo pero decidida, caminé.
Hubo que tomar decisiones muy drásticas, unas que dolieron mucho. Principalmente porque no sólo iban a afectarme a mí , había más personas y situaciones involucradas. Pero era ahora o nunca.
Tuve que ir día con día reconstruyendo mi autoestima, obligándome paso a paso a acabar con la pésima imagen que tenía de mi misma.
Y entre muchas cosas que hice y que en otro post con mucho gusto les voy a comentar, fue buscar canciones que me animaran, o ¿las canciones me encontraron?
Siempre he dicho que la vida es un gran soundtrack y que todos tenemos el nuestro, y una de las canciones que me encontró en el momento adecuado fue esta de la cantante española Bebe.
Tómense el tiempo de escucharla, de bailarla, de sentirla, y si hay a alguien a quien le sirva, es toda suya.
¿Quién ha vivido algo así?
Como cantara Serrat «Bienaventurados los que han tocado fondo porque saben que a partir de ahora todo será para arriba»
😉