El viaje de su vida ¿fin de la historia?


Después de una reparadora noche de sueño, se bañó y vistió de prisa; había que salir pronto, antes de que los días pasaran demasiado rápido.  Pensó en lo calientito que era el baño del departamento, diferente a cuando abría el cancel de la regadera en casa y moría de frío,  y prometió algún día poner calefacción.

Sola, totalmente sola, sin una guía humana, únicamente con muchas instrucciones escritas en un papel, varios folletos y muchos mapas; el de atracciones, el del metro y tren, sugerencias de visitas… Los tomó todos, se vistió cual esquimal y salió lista a la conquista.

Al salir de la pesada puerta del edificio, que ahora sabía que en París tooodos los edificios se abren con códigos, el viento helado le pegó de lleno en la cara y respiró profundo.

Camina una cuadra, vuelta la derecha 3 cuadras más, escoge al azar donde desayunar, con la ayuda de una amable señorita escoge un «Croque madame» que es pan tostado, con queso emmental, jamón y huevo. Diferente al «Croque monsieur» que no lleva huevo, y hace una reflexión: «En París también son las señoras las que llevan los huevos» y ríe para ella sola.

Apresura el desayuno, y sale al inclemente frío de nuevo. Basta caminar una cuadra más y esta en las orillas del Sena, 2 cuadras más y tiene ante ella a la imponente señora de hierro. El mundo podía acabarse en ese momento. No la había imaginado tan grande. Hermosa y majestuosa si, pero no tan grande.

Y como cuando todo conspira a favor de quien sigue sus sueños, no hizo ni 15 minutos de fila en taquillas para subirla.

-Su boleto ¿hasta segundo piso o hasta arriba?

-Hasta arriba por favor.

Disfrutó cada centímetro que subía el elevador, no perdió detalle de la estructura conforme iba subiendo, llegó al segundo piso, anunciaron cambio de elevador. Al llegar al tercer nivel  de nuevo respiro profundo, quería llenar sus pulmones de aire parisino, como para que se quedara algo en ella.

La vista era majestuosa, los rayos del sol ya tocaban el agua del Sena, los museos y edificios se alzaban elegantes, buscaba identificarlos todos desde ahí. Hermoso.

Bajo en elevador hasta el 2o. nivel. Muchas vueltas, recorriendo todo, queriendo memorizar cada cosa que veía, aguantando el frío, ¡y qué frío! Pero ¿y eso que más da?

Ahí la decisión fue bajar hasta la planta baja a pie. Recorrió todas las entrañas de la torre, los más de 1,660 escalones, deteniéndose de tanto en tanto, para admirarse, sorprenderse, y hacerse consciente de que si, ahí estaba en medio de esa inmensidad de hierro, al llegar a la plata baja solo pudo decir -¡Gracias!

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2,3,4,5 días, es muy poco para ver París, pero han sido suficientes para saber hasta donde ha llegado, para saber que los sueños se hacen realidad si no te rindes, ha sido un tiempo con ella misma, hablando con su niña y su mujer interna, recorrió todos los rincones que pudo, a su tiempo, sin prisas de guías turísticos ni nada, se perdió, caminó como nunca en su vida.

Todos los días antes de iniciar su recorrido, después de desayunar iba a saludar a la señora torre, y la víspera del día antes de volver,  se puso de frente a ella y le dijo, ¿me permite pasar todo el día aquí con usted? Y así fue que todo el día, subió, bajó, comió, bebió, volvió a subir, a bajar, a entrar a cada recoveco de hierro, a todos los cafés, a las tiendas, al «cinito», brincó como niña en el piso de cristal.

Y al acercarse la hora de irse, volvió a ponerse frente a ella y de nuevo le dio las gracias y le hizo una promesa: ¡Volveré!

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14 Replies to “El viaje de su vida ¿fin de la historia?”

    1. ¿te gusto? hasta lo ilustré, tengo mil fotos del viaje, literal mil, 600 de la torre jajajaja. y bueno, lo estaba escribiendo y me emocioné de nuevo. Al borde de la lágrima

  1. Me encantó la descripción de cada sitio donde has estado. Es como que una se mete dentro de ti y va viendo a través de tus ojos. Creo que cuando uno viaja, trata de vivir intensamente cada momento y se necesita plasmarlo en papel para no olvidar cada detalle. Gracias por compartirlo.
    Besos

  2. Jajaja nunca imaginé leer esto… se que llegará mi día y si, cuando te toca… aunque te quites y cuando no… aunque te pongas. GREAT!!

  3. Hace unos meses elegí escribir sobre París. El reto era escribir sobre un lugar que nos gustaría conocer. Quizás algún día pueda vivir algo similar a lo que tú experimentaste. De verdad muchas felicidades.

    1. Te juro que tengo material para un libro, tu no dejes de soñar, date el permiso, trabaja para ello y verás que lo puedes hacer. 🙂 ¿tienes TW?

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