¡Feliz cumpleaños, Mónica!


25 de julio de 2022

«La verdad es que, a pesar de las dificultades insuperables, todos nosotros siempre esperamos que algo extraordinario suceda» 

Y las montañas hablaron, Khaled Hosseini

¡Qué barbaridad!  No recordaba ni las contraseñas para acceder al administrador del blog.  La pestaña que dice «Entrada nueva» está sucísima.  Hace un año que no la tocaba y se le acumuló mi ausencia igual que a la repisa más alta del librero, se le junta el polvo.

Lo que sucedió es que a mí se me amontonaron el estrés, la preocupación, el desgano y la desesperación; mismas que se alojaron, en forma de enfermedad, en este hoy, cumpleañero cuerpo. O quizás fue al revés, cada achaque surgido me lanzaba al pozo sin fondo de sentir que nada sale bien.  Una cosa llevaba a la otra, hasta que el asunto se convirtió en espiral. Un año entero.  

Tengo una libreta encima del buró, llena de ideas que aparecían iluminando mis noches de insomnio.  Mañana la desarrollo, pensaba con entusiasmo. Y «mañana» pasaban dos cosas: o la hoja se quedaba en blanco emulando a mi cerebro o, lo escrito se parecía mucho al lenguaje alienígena, tan de moda.  Nada digno de mostrar. Tienes el  Síndrome del impostor, me dijo una amiga. No lo sé, contesté. Destruí lo escrito antes de que alguien lo leyera.   No me salía ni escribir la fecha. El caos de la mente y el cuerpo diluyeron las palabras y las ganas de escribir tal como el agua diluía uno de mis medicamentos.

Sí, sí, ya sé que el que quiere hacer encuentra el tiempo, pero con toda sinceridad, a veces salir de la cama para enfrentar el día, era como intentar  despegar dos imanes.

Sin embargo, a este año también le cupieron cosas que me abrillantaron los ojos, entibiaron mi corazón y distrajeron el dolor; más eficientes que el ketorolaco.  Vi a mis hijos materializar sueños de independencia, se completó mi esquema de vacunación con todo y refuerzos, llegaron proyectos nuevos, y me di el regalo de posar para dos fotógrafos increíbles.

Salí, salí sin miedo; fui a algunos eventos literarios,  volví a los conciertos,  comí en restaurantes. conviví con amigos. Leí, leí para encontrar en las palabras de otros, las que a mí me hacían falta.  Abracé, abracé dejando que mis brazos hablaran de la emoción por recobrar el contacto piel a piel.

Aquí estoy, un año después; no todo está resuelto por completo ¿pero qué cosa lo está? No obstante, me siento infinitamente mejor.

Voy a quitar el modo supervivencia para celebrar que nada me ha vencido, que reconocerme vulnerable y pedir ayuda está bien, que sonrío a pesar de todo; voy a festejar por la familia y los amigos que me han sostenido; voy a aplaudir que estoy VIVA.   

Tan viva como la mujer frente al espejo, que sueña seguir llenado los años por delante con viajes, libros, cafés, vinos, amistades y amor.   Como decía Marilyn Monroe: «No me siento como la primavera. Me siento como un otoño caliente de color rojo».

Estoy lista para poner 56 velitas al pastel, estoy feliz de poder soplarlas, esperando siempre, que algo extraordinario suceda. 

¡Feliz cumpleaños, Mónica!

Fotografía por Naxelli Pacheco

 

P.D. 1. De la cuenta de TikTok, hablamos otro día. No me juzguen, o sí, ya da lo mismo.  Necesitaba un escape. No tienen idea del poder curativo que tiene reírse de uno mismo.

P.D. 2. Por si alguien se lo pregunta; no, no me ha dado Covid, por lo menos, no que yo sepa.

P.D. 3. No sé si el texto está bien o mal escrito,  pero superé la barrera de la fecha. 

One Reply to “¡Feliz cumpleaños, Mónica!”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.