Tecnología sin sobredosis
Por: Jaz Mendoza
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¡Vaya que han cambiado las cosas de cuando era niña! Un ejemplo claro es la revolución de la tecnología, con una era digital que tiene pros y contras. Ok, nos facilita la vida, pero también ha cambiado radicalmente la forma en la que nos comunicamos.
La tecnología en mis tiempos: los 80-90
Recuerdo que la mayoría de los niños y niñas moríamos por un Tamagotchi o por un Tetris, era lo más cercano que estábamos de la tecnología. Tener Atari o Nintendo ya eran palabras mayores.
Estaba de moda escuchar música en nuestros Walkman, hasta que llegaron los Discman. Yo juntaba mis domingos para comprar cassettes y cds originales.
Hacíamos cola con nuestros papás para comprar boletos para entrar al cine, o íbamos a Blockbuster a rentar películas para verlas en nuestra VHS.
Ya más grandecita, no existían las computadoras, sólo las máquinas de escribir mecánicas y las electrónicas para los afortunados. Después, llegaron los ordenadores personales (computadoras de escritorio) e Internet, al que accedíamos usando un aparato llamado módem que emitía un sonido infernal que dejaba de escucharse hasta lograr la conexión. Además, no podíamos usar la línea telefónica mientras estábamos conectados.
La novedad eran los celulares Nokia, a los que llamábamos “ladrillos”, tener uno era wow. Y lo más cercano que estábamos de pertenecer a una red social era responder el chismógrafo de la escuela.
La era digital: pros y contras
Actualmente todo lo tenemos a un clic de distancia. A través de aplicaciones en nuestros dispositivos móviles podemos pedir un taxi, comprar boletos para el cine o espectáculos, reservar paquetes de viaje, llegar a cualquier lugar usando GPS. Igual podemos encontrar los mejores lugares para comer, hacer pagos y transferencias bancarias, comprar el súper, escuchar música y ver películas, entre otras cosas. Hasta los recibos de los servicios que tenemos contratados ya llegan a nuestro correo o los podemos consultar directamente en la app.
En Internet encontramos lo que queremos gracias a Don Google y aprendemos lo que sea buscando un tutorial en YouTube. Ya ni siquiera guardamos información en USB, la almacenamos en “la nube”.
Con la aparición de las redes sociales ya no tenemos que recordar los cumpleaños porque Facebook nos avisa y hasta tarjeta de cumpleaños nos hace, lista para compartir. Ya no tenemos álbum de fotos porque ahí está Instagram y Snapchat por si las queremos editar y hacerlas más divertidas. Twitter nos informa todo en tiempo real y nos muestra los hashtags más populares (trending topic), para insertarnos en la conversación. Ya ni siquiera llamamos, mandamos mensajes por Whatsapp.
Sin duda, la era digital ha cambiado radicalmente la forma en la que nos comunicamos. Una de las ventajas que encuentro es el fácil y rápido acceso a distintos servicios, también estamos conectadas las 24 horas del día y tenemos más vías de comunicación.
Conectados pero lejanos.
Entre las desventajas, es paradójico que justo la facilidad que nos brinda la tecnología hoy en día para comunicarnos sea la causa de la falta de integración familiar. En la actualidad, los padres están pegados al teléfono todo el día y los niños tienen acceso desde muy pequeños a los dispositivos móviles, sin supervisión.
La falta de convivencia familiar dificulta la buena integración y comunicación entre padres e hijos. Tengamos en cuenta que los primeros seis años de vida de nuestros niños son “clave” en su desarrollo y su futuro. Y no propongo que los aislemos de la tecnología, sería un error a mi parecer, pero sí echemos un vistazo a cómo nos educaron nuestros padres cuando éramos niñas: con horarios, reglas y límites, muy necesarios para los peques de hoy.
Nada con exceso
Como dicen los abuelos, ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre. Es innegable que la tecnología es parte de nuestra vida cotidiana, pero hay que saberla administrar, tanto a nosotras mismas, como a nuestros hijos. Aprovechemos las ventajas que nos ofrece estar conectadas (seguridad, rapidez, información, etc.), pero encontremos puntos de convivencia donde no sea necesaria una conexión a Internet o un dispositivo. En pocas palabras, todo con medida.
Las invito a leer, la edición completa de las #Mexibloggers #CuandoEraNiña
Lee a:
Laura Alvarado en el blog de Diana nos dice de lo raro que la gente se vestía cuando ella era niña
Cris Mendoza en el blog de Irma del Olmo hablando de la televisión ochentera
Diana en el blog de Cris Mendoza Con las creencias de su infancia
Irma del Olmo en el blog de Jaz Mendoza hablando del trabajo femenino cuando era niña
Susana en el blog de Laura Alvarado ¿Cómo era el matrimonio en su infancia?
Y a su servidora en el blog de Susy y los juegos que jugué de niña
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