Aceptar, agradecer, decir adiós


Adiós 2018

Aceptar, agradecer y decir adiós a lo bueno y a lo malo según corresponda; para liberarnos, para comenzar de nuevo. 

Esta es mi manera de hacerlo:

Febrero de 2018

Decir adiós, Año nuevo, Año viejo, 2019, Agradecer, AceptarAquí estoy otra vez pasando las noches hecha bolita, no queriendo cerrar los ojos por temor a que la falta de aire que causa dolor en mi pecho no me permita despertar. 
«No de nuevo», es la frase que mi mente repite con insistencia como queriendo reclamarle a la vida que me ponga otra vez en esta situación.
De la angustiante asfixia  paso a querer desatornillarme la cabeza, tal como la válvula de una olla express para aliviar la presión.
¿Qué cosa es lo que no he aprendido? ¿Qué lección es la que estoy reprobando?

Los días de caminar con la espalda erguida dejando huella en tacones del 10 y la sonrisa espontánea acabaron de golpe. Una junta ejecutiva que anuncia el final próximo del que es mi medio de vida.

Debo se honesta; es difícil pero manejable, lo que me esta pesando es la apatía, el desinterés y la parsimonia de quien, se supone debía apoyarme, del que prometió no dejarme morir sola, y duerme plácidamente esperando que yo solucione todo.

Voy a ser más honesta, lo que me tiene así es que en esta cama hace mucho duermen dos extraños, que la magia se acabó para mí y que no hallo la manera de pedirle a él que se vaya.

 

 

Diciembre del 2018

Decir adiós, Año nuevo, Año viejo, 2019, Agradecer, AceptarAgradecer abre el camino a la abundancia, dicen por ahí. De ser cierto lo más seguro es que el año próximo yo sea millonaria, y no me refiero al dinero.

Gracias a la vida que me permitió ver este 2018 la culminación de años de esfuerzo, noches desveladas y cientos de deberes. Los ajustes monetarios, los dones de ubicuidad y la multifunción que obtuve valieron no la pena, la alegría por ese momento en el que pude decir ¡Misión cumplida!
Mis bebés, hoy son un hombre y una mujer levantando el vuelo, realizando sus sueños y amando lo que hacen.

Gracias por todas las personas que aparecieron en mi camino para reforzar la decisión de qué es lo que quiero hacer el resto de mi vida: escribir. Agradezco de corazón por el regalo de compartir conmigo su talento, su experiencia y conocimientos, pero sobre todo, gracias por su amistad. 

Gracias por reunirme con viejos amigos, y por la afortunada coincidencia con todos los nuevos.

Gracias por la salud, por mi familia, por el trabajo que aún permanece. 

 

Año nuevo, año viejo, 2018, 2019, agradecer, aceptar decir adiosPlasmo en mi piel las veces que toco fondo y logro resurgir; hace diez años fue una pequeña mariposa, hace un mes aquella fue cubierta por otra nada tímida, grande y colorida. Sí, de nuevo me estoy transformando.

Ya no duermo hecha bolita, encontré el valor para sacar de mi camino, sin culpas, lo que no necesitaba más.

Si falta el trabajo encontraré la forma; esta vez no blindaré mi corazón; me treparé de nuevo en los tacones del 10 y empezaré el año con un “Chingue a su madre, a ver qué pasa”

¡Feliz 2019!

 

 

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