¿Qué parte de tu cuerpo te gusta más?

Esa fue la pregunta que hice días atrás, en Twitter; me rondaba por la cabeza la idea de escribir acerca de la importancia de tener un sólido y buen concepto de nosotras mismas, físicamente hablando, y lancé la pregunta. Debo decir que me sorprendieron de manera muy grata las respuestas.

Porque es muy común que las mujeres tendamos a criticarnos, a observar cada defecto, y cuando llegamos a edades maduras, mucho peor. Que si estoy muy gorda, que si me veo arrugada, que cuántas canas me han salido, que si las bubis ya se me cayeron y bla, bla, bla; o de plano evitamos los espejos porque no nos gusta nada de lo que vemos ahí reflejado.

Amar tu cuerpo es un proceso

Que estemos satisfechas con nuestra imagen corporal no es sólo una cuestión estética y trivial, este conflicto puede afectar otras áreas de la vida: relaciones sociales, sentimentales y sexuales.

Los estándares de belleza que nos imponen las revistas, compararnos con otras mujeres o la opinión de los demás cuando la autoestima no está en su mejor momento, son mortales.  Todas hemos pasado por eso y salir de la situación lleva tiempo, cada quien a su ritmo.

Deberíamos primero conocer cada palmo de nuestras formas y rincones, sin juzgar, para después aceptar lo que no se puede cambiar y mejorar lo que sí se puede.

Aceptar es entender por qué nuestro cuerpo es como es; la genética juega un papel fundamental, heredamos ciertas formas y hasta la manera en que envejecemos. Nuestros hábitos y estilo de vida lo modifican también.

Para mejorar lo que no nos gusta es importante reconocer antes que nada, que estamos marcadas por estereotipos y creencias, muchas veces desde la infancia, de lo que es ser guapa o del cuerpo perfecto. ¡Acabemos con ellos!  Encontremos nuestra propia belleza. Y después podemos aplicar los siguientes consejos:

Tips para reconciliarte con tu cuerpo

-Valora todas las cosas increíbles que el cuerpo te permite hacer todos los días.

-Trabaja en aquello que puedas mejorar, tal vez haciendo ejercicio o ajustando la alimentación. Pero por favor, sin obsesiones.

-Ponte la ropa con la que te sientas más bonita, la que te calce bien, aquella que te haga sentir sexy, poderosa. Resalta las partes de tu cuerpo que más te gusten.

-Deja de compararte con las demás.

-Haz con tu cuerpo las cosas que te hacen feliz: nadar, bailar, correr, andar en bicicleta.

-«Alza la cabeza, enderézate, saca las nalga, saca las chichis» decían las abuelas. Y no se equivocaban, la posición es importantísima.

Por supuesto que habrá días que no nos sintamos tan contentas, es normal en el vínculo que tenemos con nuestro cuerpo; como en una relación amorosa, hay días que deseamos matar al otro, pero eso no significa que no lo amemos. Sólo es un mal rato.

BONUS

No importa la edad, no importa la talla, no importa el peso, no importan las formas ¿sabes cuándo el cuerpo refleja belleza? Cuando nos sentimos seguras de nosotros mismas. SEGURIDAD Y ACTITUD no fallan.

Por eso me alegran tanto las respuestas a mi pregunta en Twitter. Leí a muchas mujeres diciendo sin empacho las partes que más les gustaban de su cuerpo: cabello, caderas, pompas, senos, piernas, brazos, hombros, manos, narices, pies, pantorrillas; hubo hasta quien dijo que su clítoris.  Me parece maravilloso que cada vez seamos más aquellas que nos sentimos felices en nuestra piel.

¿Cuál es la parte favorita de su cuerpo?